
RItual lejano, ecos de nuestras
almas sin tiempo.
En la madera resuenan las
palabras antiguas
guardadas en el arroyo,
la piedra y el árbol.
El templo del bosque
nos cubrió,
compartiendo
la palabra,
la comida y el vino.
Celebrando la lluvia y el sol
el agua sagrada con el fuego
nos bendijo y
la tierra nos cubrió.
Tiempo de agradecer,
la cosecha
y amar todo lo ganado
y lo perdido…
30/6/06
Ilustración tomada de http://www.northernsun.com/n/s/quantity.html?mv_arg=3261
2 comments:
Captas de una forma muy hermosa la suspiración de la eternidad. De las fuertes dos primeras líneas de tu poema todo se desenvuelve como un gran abrazo a la realidad.
Muchas gracias por tus palabras y por visitarme...
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